La avalancha ideológica mediático de mayor difusión que hemos padecido en los pasados meses desde el decretazo de la reforma laboral ha sido sobre la reforma de las pensiones, el aumento de la edad de jubilación de 65 a 67 años y todo lo que ello conlleva de negativo y retrocesos en los derechos de los trabajadores/as. Otra situación que viene a distanciar aun más a la clase política y los medios de opinión pesebreros de los gobernados, por lo que no es de extrañar nada que España sea uno de los países de la Unión Europea en el que se valore más negativamente a los políticos y apenas se tenga confianza en los medios de comunicación. Aún con dicha ofensiva mediática la mayoría de la población está en contra de la reforma de las pensiones, son pocos los que creen que la medida se justifica para salvar el sistema público de pensiones, pero esto no es cierto, lo cierto es que estas medidas neoliberales solo contemplan recortes considerables a las pensiones, no hay argumento que justifique a esos defensores que apoyan la firma del acuerdo con la excusa de haberlo endulzado, de que sin su presencia y colaboración hubiera sido aun peor como han venido a decir los representantes de los sindicatos UGT y CCOO, plegándose incondicionalmente a las políticas de retrocesos que viene practicando el gobierno de Zapatero. De nada sirvió la huelga general del 29 S, fue una pantomima más de las que nos tienen acostumbrado estos sindicatos serviles del régimen, así es muy difícil que nadie tome en serio a la parte social de la sociedad, las empresas lo saben y se hacen cada vez más fuertes no porque lo sean sino porque los trabajadores somos cada vez más débiles.
Se está haciendo y se pretende seguir haciendo una política errática que nos hunde aun más si cabe en el dominio del pensamiento neoliberal, adoptando medidas centradas solo en recortes del gasto público en lugar de incrementar los ingresos del Estado. Son varios los estudios e informes elaborados por autores de reconocido prestigio que advierten del error de tales medidas que además de dañar el bienestar de las clases populares no garantiza la solvencia del sistema público de pensiones. Pero a estos autores no se le concede la posibilidad de publicar en los medios de mayor difusión.
Este sistema de economía financiera especulativa, solo supone empobrecimiento, precariedad, despidos y destruir el modelo de sociedad basado en el bienestar de los ciudadanos/as, persiguen privatizar los servicios públicos denigrando la figura de los empleados, mercantilizar la sanidad, la educación y todo lo que sea necesario para mantener el régimen productivo y consumista que solo sirve para enriquecer a una minoría.
Este es un informe que detalla las condiciones laborales y sociales de la clase trabajadora española, comparándolas con las de otros países de la UE-15 y de EE.UU.
