miércoles, 23 de marzo de 2011

Trabajar más y peor, cobrar menos, NO.

Hay un gran problema laboral en TUSSAM, según los estudios meticulosos de las mentes "privilegiadas" que nos dirigen, a cada día que pasa sobramos mas trabajadores en la empresa. A esta conclusión han llegado los responsables de la empresa tras haberla abandonado a su suerte, o tal vez no, y todo sea una estrategia predeterminada para justificar ante la opinión pública le necesidad de externalizar el servicio público de transportes de Sevilla por el lastre económico que arrastra y ante la imposibilidad de financiación en el futuro, poniendo definitivamente a la empresa en manos de los especuladores. Especular sobre la eficiencia, eficacia, rentabilidad de las empresas públicas, es hacer el juego a los que quieren dominar de una vez por todas los resortes del poder.

Tras las entrevistas realizadas por el compañero y periodista Gregorio a cada uno de los candidatos a la alcaldía de los partidos políticos he llagado a la conclusión de que todos dicen lo mismo sobre el futuro de la empresa, con unas u otras palabras todos reconocen que no se han hecho bien las cosas por parte de la dirección política y empresarial, que se han cometido errores que han provocado la actual situación social y económica por la que atravesamos los trabajadores de TUSSAM, que se comprometen a que, si gobiernan, las cosas se harán de otra manera, buscando la eficiencia y la eficacia, dándole prioridad ante el trafico privado y manteniendo el servicio público, estudiar a fondo por dónde se han ido los dineros, poniendo al frente de la empresa a profesionales capacitados que sean capaces de sacarnos del agujero en que nos encontramos. Yo me pregunto ¿joder donde estaban todos estos cuando el pasado año nos vimos obligados a hacer huelga, la primera de la historia, en fiestas primaverales? ¿Por qué permitieron que los medios de difusión nos acribillaran llamándonos de todo menos bonitos?

El ataque a los empleados de Tussam en cada ocasión ha sido y sigue siendo brutal y no he escuchado ninguna voz discordante con el mensaje que se enviaba a través de los medios de “difusión”, ni siquiera un intento de conocer de primera mano que estaba pasando de verdad en la empresa, todos escurrieron el bulto y no quisieron escuchar la voz de los trabajadores. Ahora va a ser muy difícil que cientos de trabajadores y sus familias crean en lo que dicen estos políticos que obligados por el guión de las elecciones se ven obligados a expresar opiniones acerca de lo que ha pasado y está pasando en la empresa, si fueran ciertas sus intenciones habrían actuado en consecuencia, (desde el año 2.007) han tenido tiempo y cada día que pasa se deteriora más la situación de por sí ya insostenible. De no ser así (y no será así) me temo que todo quedara en una mera declaración de intenciones a modo del resto de propuestas incumplidas por unos y otros en cada una de las campañas o precampañas electorales, es una vergüenza que se usen estas tácticas para conseguir el voto y una vez obtenido el poder “si te vi no me acuerdo”, es una vergüenza que los grupos de la oposición practiquen las políticas del avestruz ante los abusos de los que gobiernan sean del color que sean. He escuchado decir en ocasiones que tenemos los políticos que nos merecemos, puede que haya algo de cierto en el comentario, pero también creo que entre cientos de miles de ciudadanos honrados, que solo quieren hacer su trabajo, o trabajar y pagar sus impuestos y que estos redunden en mejores condiciones de vida, ¿Cómo es que nos dejamos manipular por esta minoría miserable que gobierna a espalda de la gran mayoría del pueblo? ¿Cuánto tiempo más podremos soportar tantos engaños, tantos robos, tantos incumplimientos, tantos parados y a tantos políticos mercenarios?, aun con todo esto, pienso que la inmensa mayoría de la sociedad no nos merecemos a los representantes que tenemos.

El objetivo que persiguen estos “representantes” es fabricar votantes serviles que perpetúen en el poder a las elites de las organizaciones políticas y sindicales, pretenden convertimos definitivamente en una sociedad idiotizada, en sumisos y mediocres receptores de servicios que dejan mucho que desear, en dóciles votantes de opciones o ideas preparadas por las ejecutivas, de listas electorales cerradas, herméticas, de anodinos y disciplinados “sindicalistas y políticos profesionales”. Nos hablan de libertad, de igualdad y es mentira, para el pobre trabajador el significado de estos conceptos es que no nos opriman, que no recorten derechos, ni salarios, que se mejoren las condiciones de trabajo, que el acceso a un puesto de trabajo sea algo posible, que podamos jubilarnos con edad de poder disfrutar aún de la vida.

La libertad para el rico es tener manos libres para hacer y deshacer a su antojo en las empresas y en la política, aumentar sus beneficios también en tiempos de crisis, aprovechar las crisis para hacer limpieza de obreros que resultan incómodos por no dejarse explotar como los demás, en definitiva hacer lo que les dé la gana y salir indemnes con la ayuda de estos políticos y sindicalistas mercenarios.

¿Que estamos haciendo contra todo esto? Nada. Las cúpulas de los sindicatos han asumido el discurso de los políticos y juntos han decidido que para tirar para adelante hay que seguir haciendo sacrificios, ¿Quiénes? Los de siempre, ¿Cómo? Empeorando el empleo, provocando enfrentamientos en la base para que la fuerza y el objetivo no se dirijan a los responsables primarios de todo el desaguisado y se ponga en serio peligro el estatus del que gozan los que mal gobiernan y los que mal dirigen.

A todos esos, se llamen como se llamen, que dicen que saben a dónde van y lo que quieren, que tienen un objetivo, hay que decirles que en este viaje, con ese equipaje NO, al pasado NO. Lo que pretenden los gobiernos, las empresas y los sindicatos es que sigamos obedeciendo sin rechistar los intereses del capital, son más importantes los beneficios que las personas, son más importantes los resultados financieros que los servicios públicos de educación, sanidad, trasportes, etc. Lo que verdaderamente es deficitario por los costes y los resultados son los políticos, los bancos, los directivos y los sindicatos inútiles, estos son los verdaderos deficitarios de la democracia, los derechos y la libertad.

Lo malo no es solo que todos esos quieran hacernos creer que las cosas son así, lo peor es que quieren convencernos de sus mentiras y engaños, que no hagamos algo para que las cosas no sean así.

martes, 15 de marzo de 2011

Represión Informativa


Ha sido en varias ocasiones en las que he hecho referencia a la dependencia y sometimiento que tienen del poder y la partidocracia la gran mayoría de los medios de comunicación, como silencian a modo de censura las noticias y conflictos que no convienen que el pueblo conozca porque eso les resta apoyos y votos. Solo aquellos temas que puedan ser utilizados para desgaste del adversario político tienen espacios de prioridad absoluta en los medios, con grandes titulares y sin límite en el tiempo.

Hubo un tiempo en que se les llamaba “medios de difusión” y no de “comunicación” y creo que es más acertado y se corresponde mas con la realidad lo primero que lo segundo, porque la utilización que hacen de ellos no posibilita la comunicación, sino que se limitan a difundir verticalmente los mensajes emanados por las estructuras de dominación que los controlan y es sin duda la institución que ejerce mayor influencia sobre la construcción de un determinado tipo de sujeto social, el adecuado para el mantenimiento y reproducción del sistema.

Promueven una especie de conformismo social, una lealtad irreflexiva a nuestra estructura social. Es decir, su influencia depende de lo que se dice, pero más grave aún también depende de lo que no se dice, porque estos medios no sólo siguen afirmando el status quo, sino que en la misma medida, no estimulan interrogantes esenciales acerca de la sociedad, por lo tanto nos conducen al conformismo y procuran una escasa base para una apreciación crítica de la sociedad. El objetivo de los medios hoy, es la conformación y estructuración de un modelo de personalidad. Pero no de cualquier personalidad sino uno que responda a las necesidades del sistema de dominación imperante, y excluya y repruebe a los tipos de personalidad no compatibles con el sistema.

En estos dos ejemplos podemos clarificar lo expuesto, uno tiene que ver con los trabajadores de la bolsa de empleo de TUSSAM.

El siguiente tiene que ver como las democracias degradadas de Occidente silencian la revolución cívica de Islandia.

domingo, 13 de marzo de 2011

¡¡Ellos, son los Culpables!!

El descontento y la amargura que estamos viviendo en estos tiempos nos limitan y no nos deja ver la gran oportunidad de hacer algo, de manifestarnos en contra de tanto abuso, de reivindicar el fin del adoctrinamiento ideológico del liberalismo. Esta oportunidad no podemos dejarla pasar por falta de organización y consenso entre las distintas fuerzas sindicales y sociales.

Tenemos que abandonar la idea que nos han impuesto de sentirnos culpables y responsables de la actual situación, tenemos que defender la libertad y desde ella no conformarnos a todos los sacrificios que venimos soportando y además tener que ser la solución ante la incompetencia de los políticos y directivos de TUSSAM.

Tenemos que evitar que se instaure definitivamente la idea de que la crisis económica y financiera es como consecuencia de los derechos y las conquistas de los trabajadores, conviene recordar que los responsables de la crisis son los especuladores de las finanzas y los políticos por no controlar a estos buitres.

Conviene recordar también a esa prensa cautiva y cobarde, culpable de someterse al imperio de la partidocracia, que se dedica a mentir a los ciudadanos a través de sus comunicados, adoctrinándolos en el descontento contra cualquier reivindicación o derecho de los trabajadores.

Ahora tocan a elecciones y al acto de votar quieren reducir todo el derecho y libertad del pueblo. Esas que de vez en cuando se convocan para hacer creer al pueblo que tienen el control sobre los políticos, nada más lejos de la realidad, he aquí en TUSSAM la gran prueba de fuego, la pugna interna del partido en el poder ha llevado a que por primera vez en la historia los trabajadores de la empresa nos viéramos obligados a hacer una huelga en el periodo de fiestas primaverales. Ni siquiera ésta huelga fue por mejorar las condiciones de trabajo o salariales de los trabajadores, se hizo para defender el carácter público y los empleos de la empresa, única garantía de seguir prestando un servicio público de calidad a los ciudadanos. No es de recibo que quienes adquirieron voluntariamente el compromiso de defender y mejorar no solo las empresas públicas sino también la calidad de vida y avanzar hacia una sociedad más justa, más igualitaria, más democrática actúen en el sentido contrario, utilizando artimañas y subterfugios propios de regímenes fascistas y queriéndonos llevar a épocas pasadas demostrando con ello lo falsario que son esos políticos con olor a naftalina, políticos indignos enrolados en los partidos bajo listas cerradas donde tienen más cabida los amigos sometidos que los hombres libres y capacitados. A naftalina huelen estos políticos encerrados sobre sí mismo, endogámicos, alineados, soberbios, vengativos alejados de los postulados que dicen defender y obsesionados con la dialéctica del poder.

Cuando lo que demanda la historia y los ciudadanos es una apuesta decidida por el servicio público y por una defensa clara de los verdaderos intereses de la población, estos “elegidos” se dedican de manera obsesionada a controlar y a imponer con maneras envejecidas y claramente obsoletas sin otro argumento más que el de ejercer el poder, sin capacidad de diálogo, negociación, gestión de los recursos ni nada que posibilite el entendimiento entre las partes que es lo mínimo exigible en un representante democrático, no hay más que hacer, es imposible que el olmo de peras. Este Ayuntamiento pasara a la historia por ser el más insensible ante el drama que sufrimos los trabajadores de TUSSAM, llegando a crear un conflicto de la envergadura que lo hicieron enchufando a los amarillos, pasándose el convenio colectivo por los forros, luego manteniéndolo en el tiempo con una cosa o con otra, incumpliendo acuerdos, obligaciones y los derechos de los trabajadores, provocando día sí y día también, finalmente utilizando el déficit de TUSSAM para justificar la escabechina que vienen haciendo con los trabajadores. Nada es más cierto que a los trabajadores de esta empresa se le ha tratado siempre como a la hermana fea del cuento, aunque nunca habían llegado a perder el respeto a los empleados hasta el punto en que nos encontramos, enchufando a gente por la cara, con el conflicto de de los eventuales, con retrasos en los pagos, con congelación de sueldos, aumentos de productividad, reducción de servicios etc. etc. Estas son las políticas que saben hacer en TUSSAM, refugio de políticos y sindicalistas fracasados, zona de descanso de ejecutivos inútiles pero amigos o pelotas de los que en algún momento han tenido o tienen el poder. Esta pléyade jamás ha tenido que demostrar nada ante nadie, jamás ha tenido que pasar ninguna prueba de acceso, todos los excesos que cometen son bien visto y justificados, ni el más ligero empeño de esbozar algo que de vitalidad a la decadencia que arrastra y potencia las políticas de empresa que se practican en TUSSAM. Nada. Los esfuerzos y transigencias que hemos hecho los trabajadores y los que estamos dispuestos a hacer a pesar de ser tratados a puntapié, a pesar de haber sufrido desilusiones, engaños de uno y otro lado, sometidos y explotados, a pesar de todo eso seguimos apostando por la empresa pública porque sabemos quiénes son los responsables, sabemos quiénes son los caudillos de los escarnios y de la catástrofe y por ello tenemos que evitar a toda costa que les sean concedidos honores y meritos a modo de despachos o empleos bien remunerados por llevar a cabo estas políticas del desastre.

Esto se ha convertido en una cuestión de dignidad y valor a lo que no debemos renunciar nunca, hemos de ser fuertes, no dejarnos dominar y contrarrestar las tendencias destructivas opresoras y de sometimiento.