Hay un gran problema laboral en TUSSAM, según los estudios meticulosos de las mentes "privilegiadas" que nos dirigen, a cada día que pasa sobramos mas trabajadores en la empresa. A esta conclusión han llegado los responsables de la empresa tras haberla abandonado a su suerte, o tal vez no, y todo sea una estrategia predeterminada para justificar ante la opinión pública le necesidad de externalizar el servicio público de transportes de Sevilla por el lastre económico que arrastra y ante la imposibilidad de financiación en el futuro, poniendo definitivamente a la empresa en manos de los especuladores. Especular sobre la eficiencia, eficacia, rentabilidad de las empresas públicas, es hacer el juego a los que quieren dominar de una vez por todas los resortes del poder.
Tras las entrevistas realizadas por el compañero y periodista Gregorio a cada uno de los candidatos a la alcaldía de los partidos políticos he llagado a la conclusión de que todos dicen lo mismo sobre el futuro de la empresa, con unas u otras palabras todos reconocen que no se han hecho bien las cosas por parte de la dirección política y empresarial, que se han cometido errores que han provocado la actual situación social y económica por la que atravesamos los trabajadores de TUSSAM, que se comprometen a que, si gobiernan, las cosas se harán de otra manera, buscando la eficiencia y la eficacia, dándole prioridad ante el trafico privado y manteniendo el servicio público, estudiar a fondo por dónde se han ido los dineros, poniendo al frente de la empresa a profesionales capacitados que sean capaces de sacarnos del agujero en que nos encontramos. Yo me pregunto ¿joder donde estaban todos estos cuando el pasado año nos vimos obligados a hacer huelga, la primera de la historia, en fiestas primaverales? ¿Por qué permitieron que los medios de difusión nos acribillaran llamándonos de todo menos bonitos?
El ataque a los empleados de Tussam en cada ocasión ha sido y sigue siendo brutal y no he escuchado ninguna voz discordante con el mensaje que se enviaba a través de los medios de “difusión”, ni siquiera un intento de conocer de primera mano que estaba pasando de verdad en la empresa, todos escurrieron el bulto y no quisieron escuchar la voz de los trabajadores. Ahora va a ser muy difícil que cientos de trabajadores y sus familias crean en lo que dicen estos políticos que obligados por el guión de las elecciones se ven obligados a expresar opiniones acerca de lo que ha pasado y está pasando en la empresa, si fueran ciertas sus intenciones habrían actuado en consecuencia, (desde el año 2.007) han tenido tiempo y cada día que pasa se deteriora más la situación de por sí ya insostenible. De no ser así (y no será así) me temo que todo quedara en una mera declaración de intenciones a modo del resto de propuestas incumplidas por unos y otros en cada una de las campañas o precampañas electorales, es una vergüenza que se usen estas tácticas para conseguir el voto y una vez obtenido el poder “si te vi no me acuerdo”, es una vergüenza que los grupos de la oposición practiquen las políticas del avestruz ante los abusos de los que gobiernan sean del color que sean. He escuchado decir en ocasiones que tenemos los políticos que nos merecemos, puede que haya algo de cierto en el comentario, pero también creo que entre cientos de miles de ciudadanos honrados, que solo quieren hacer su trabajo, o trabajar y pagar sus impuestos y que estos redunden en mejores condiciones de vida, ¿Cómo es que nos dejamos manipular por esta minoría miserable que gobierna a espalda de la gran mayoría del pueblo? ¿Cuánto tiempo más podremos soportar tantos engaños, tantos robos, tantos incumplimientos, tantos parados y a tantos políticos mercenarios?, aun con todo esto, pienso que la inmensa mayoría de la sociedad no nos merecemos a los representantes que tenemos.
El objetivo que persiguen estos “representantes” es fabricar votantes serviles que perpetúen en el poder a las elites de las organizaciones políticas y sindicales, pretenden convertimos definitivamente en una sociedad idiotizada, en sumisos y mediocres receptores de servicios que dejan mucho que desear, en dóciles votantes de opciones o ideas preparadas por las ejecutivas, de listas electorales cerradas, herméticas, de anodinos y disciplinados “sindicalistas y políticos profesionales”. Nos hablan de libertad, de igualdad y es mentira, para el pobre trabajador el significado de estos conceptos es que no nos opriman, que no recorten derechos, ni salarios, que se mejoren las condiciones de trabajo, que el acceso a un puesto de trabajo sea algo posible, que podamos jubilarnos con edad de poder disfrutar aún de la vida.
La libertad para el rico es tener manos libres para hacer y deshacer a su antojo en las empresas y en la política, aumentar sus beneficios también en tiempos de crisis, aprovechar las crisis para hacer limpieza de obreros que resultan incómodos por no dejarse explotar como los demás, en definitiva hacer lo que les dé la gana y salir indemnes con la ayuda de estos políticos y sindicalistas mercenarios.
¿Que estamos haciendo contra todo esto? Nada. Las cúpulas de los sindicatos han asumido el discurso de los políticos y juntos han decidido que para tirar para adelante hay que seguir haciendo sacrificios, ¿Quiénes? Los de siempre, ¿Cómo? Empeorando el empleo, provocando enfrentamientos en la base para que la fuerza y el objetivo no se dirijan a los responsables primarios de todo el desaguisado y se ponga en serio peligro el estatus del que gozan los que mal gobiernan y los que mal dirigen.
A todos esos, se llamen como se llamen, que dicen que saben a dónde van y lo que quieren, que tienen un objetivo, hay que decirles que en este viaje, con ese equipaje NO, al pasado NO. Lo que pretenden los gobiernos, las empresas y los sindicatos es que sigamos obedeciendo sin rechistar los intereses del capital, son más importantes los beneficios que las personas, son más importantes los resultados financieros que los servicios públicos de educación, sanidad, trasportes, etc. Lo que verdaderamente es deficitario por los costes y los resultados son los políticos, los bancos, los directivos y los sindicatos inútiles, estos son los verdaderos deficitarios de la democracia, los derechos y la libertad.
Lo malo no es solo que todos esos quieran hacernos creer que las cosas son así, lo peor es que quieren convencernos de sus mentiras y engaños, que no hagamos algo para que las cosas no sean así.
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