jueves, 5 de enero de 2012

Carta a Sus Majestades


Queridos reyes Magos:

Seguramente os extrañará ver mi carta después de tantos años sin escribiros; pero perdida la esperanza en la gestión de los hombres solo me queda la fe e ilusión que todavía alberga mi alma de niño en vuestras majestades y porque a alguien le tengo que decir lo siguiente:
No voy a contaros aquello de que me he portado bien este año y los anteriores, tampoco voy a pediros que me traigáis la paz y la justicia porque con los años, he aprendido que en estas fechas es cuando más usamos esas palabras, en cambio, continuamos las más de las veces cometiendo las mayores atrocidades y genocidios contra nuestros semejantes. Hace mucho que comprendí que no basta con desear las cosas, hay que trabajar para conseguirlas y luchar para mantenerlas, pero ya ven, ni siquiera hay trabajo y el que hay lo quieren precarizar, pagar menos y fuera de fecha.

De ahí que no os pida que me traigáis nada en este viaje de llegada que habéis emprendido, así dejo hueco a los muchos e ilusionados corazones infantiles; pero a la vuelta, ya de regreso y para que no os vayáis de vacío, con vuestros camellos rebosantes de energía por todo lo que para ellos ha preparado los chiquillos en sus casas, me gustaría que os llevaseis el paro, la crisis y la desesperanza que nos invade. Me gustaría que con vosotros se fueran los políticos paralíticos deshonestos que convierten el ejercicio público en una vergüenza, los corruptos y ladrones, los de la trama mediática que quieren justificar lo injustificable, los voceros de ese poder que quiere aniquilarlo todo. Me gustaría que os llevaseis tantas cosas que, seguramente, tendréis que hacer un gran esfuerzo con tan enorme peso en vuestro viaje de regreso, pero no menor del que estamos soportando los ciudadanos. Por ello os quedaría eternamente agradecido y vosotros, vuestras majestades, os haríais también un gran favor al acabar con el fariseísmo de la casta parasitaria que nos asalta a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

Sin más os deseo un buen camino.