En estos días de sobresaltos, de atracos por las invasiones en los derechos de los trabajadores por parte del gobierno, sindicatos ¿mayoritarios?, empresarios y demás secuaces, por si fuera poco, los medios de comunicación (unos más que otros) se hacen eco de la noticia de la desarticulación de una red de delincuentes de alto estanding que dedicaban a la obtención de préstamos bancarios utilizando documentación falsa. Esta ralea está compuesta por empresarios, directores de bancos y una empresa de intermediación financiera, en total suman 42 los imputados en la operación policial denominada Capital que se dedicaba a engañar, estafar a personas que se encuentran parados y con deudas. No se puede ser más despreciable, así es la moral imperante del sistema de neocons.
Esta es una consecuencia más de las políticas neoliberales del sistema que permite que los delincuentes campen a sus anchas, mientras que los pobres, los trabajadores nos vemos cada vez más indefensos y menos protegidos. Atrás quedaron todas aquellos discursos de intenciones, de compromisos electorales de los políticos y sindicalistas de no permitir el desmantelamiento de lo que vinieron a llamar el “estado del bienestar”, se referían, hoy se puede afirmar sin ninguna duda, al bienestar de los empresarios, el de los bancos y los paraísos fiscales. De nada sirve que la Constitución española establezca derechos como el del trabajo, el de vivienda, el de pensión digna y tantos otros que no se cumplen y que no se exigen.
Se imaginan ustedes a algunos de los avezados políticos que se denominan socialdemócratas, que dirigen este país, actuando contra un banco por la denegación de un préstamo a alguien que lo necesita? Esto fue lo que paso en una televisión Venezolana en la que interviene en directo el Presidente de la Republica Hugo Chaves.
Son cientos, miles las opiniones a favor y en contra de este presidente, yo hoy no pretendo buscar adeptos o detractores, solo se trata de mostrar la diferencia de hacer política, de cómo la socialdemocracia, la española y la europea pasan por una crisis muy profunda de identidad que tiene como efecto más inmediato hacer prácticamente imposible toda alternativa al neoliberalismo, en Argentina, Brasil, Bolivia y Ecuador inspirados por el ejemplo venezolano, se suceden experiencias que mantienen viva la esperanza de realizar la emancipación de los más humildes. Aquí en España cada día son más los que nos sentimos estafados.
En una de sus reflexiones Noam Chomsky dice: El caos que deriva del llamado orden internacional puede ser doloroso si uno es el blanco o la victima del poder que determina la estructura de ese orden.
