Según la OCDE los españoles trabajamos un 19% más que los alemanes, pero sin embargo cobramos un 40% menos de sueldo y tenemos menos derechos, pero no es solo esto, las condiciones de trabajo no son aptas, lo único que se promueve es trabajar mal y la dejadez no así que salgas contento del trabajo realizado, con respecto a la jornada laboral deberían saber ya que una jornada intensiva es más productiva y eficaz y a la vez absorbería gran parte de los casi cinco millones de parados que tenemos en España, no hay nadie en la cadena de mando de las empresas que valore el esfuerzo y la implicación de los subordinados, incluso es frecuente que los mandos lleguen a serlo por ser los más pelotas e incompetentes, por ser los que tienen menos capacidad de organización, de relaciones laborales, de decisión. Los mas culpables de que esto sea así son los empresarios, los directivos, que siguen pensando que los trabajadores son esclavos (eso sí) remunerados, aunque el salario sea de miseria.
Antes con el caciquismo y el Nacional-Catolicismo, y hoy con el neoliberalismo, nuestro sistema socio-laboral no ha tenido resuello ni sosiego. Cuando veo esas películas de la edad media donde los aristócratas de los reinos eran los que gobernaban y hacían y deshacían a su antojo, veo que después de tantos siglos es igual, solo que ahora se hacen llamar políticos, financieros, grandes empresario o directivos. No hemos conseguido nada, bueno sí, tener televisiones, coches, frigoríficos, etc. que por supuesto tenemos que comprárselos a ellos.
Somos el país que sufre el mayor subdesarrollo social de Europa, con la menor cantidad de fondos dedicados a la sanidad, educación, pensiones y ayudas familias. Y es que el dinero se va por las cloacas de la corrupción, las subvenciones a la prensa, a la iglesia, a los partidos políticos, a los sindicatos, a los bancos y cajas, etc. Lo que ha conseguido el PSOE y el PP con sus políticas neoliberales unas veces con mayorías absolutas y otras con el apoyo de los nacionalistas, ha sido instaurar de nuevo la figura de represión social y laboral a modo de los “amos” del siglo pasado.