lunes, 19 de abril de 2010

Ellos son los Culpables

Ya está claro quiénes son los culpables de la primera huelga que nos obligan hacer en TUSSAM en las fiestas primaverales por mucha inquina que pongan en mentir a los ciudadanos a través de los comunicados de la prensa cautiva y cobarde. Son esos que en los atriles de los mítines prometen y prometen hasta que meten, después…. hasta las próximas elecciones, esas que de vez en cuando se convocan para hacer creer al pueblo que tienen el control sobre los políticos, nada más lejos de la realidad, he aquí en TUSSAM la gran prueba de fuego, la pugna interna del partido en el poder ha llevado a que por primera vez en la historia los trabajadores de la empresa nos veamos obligados a hacer una huelga en el periodo de fiestas primaverales. Ni siquiera ésta huelga es por mejorar las condiciones de trabajo o salariales de los trabajadores, es para defender el carácter público y los empleos de la empresa, única garantía de seguir prestando un servicio público de calidad a los ciudadanos. No es de recibo que quienes adquirieron voluntariamente el compromiso de defender y mejorar no solo las empresas públicas sino también la calidad de vida y avanzar hacia una sociedad más justa, más igualitaria, más democrática actúen en el sentido contrario, utilizando artimañas y subterfugios propios de regímenes fascistas y queriéndonos llevar a épocas pasadas demostrando con ello lo falsario que son esos políticos con olor a naftalina, políticos indignos enrolados en los partidos bajo listas cerradas donde tienen más cabida los amigos sometidos que los hombres libres y capacitados. A naftalina huelen estos políticos encerrados sobre sí mismo, endogámicos, alineados, soberbios, vengativos alejados de los postulados que dicen defender y obsesionados con la dialéctica del poder.
Cuando lo que demanda la historia y los ciudadanos es una apuesta decidida por el servicio público y por una defensa clara de los verdaderos intereses de la población, estos “elegidos” se dedican de manera obsesionada a controlar y a imponer con maneras envejecidas y claramente obsoletas sin otro argumento más que el de ejercer el poder, sin capacidad de diálogo, negociación, gestión de los recursos ni nada que posibilite el entendimiento entre las partes que es lo mínimo exigible en un representante democrático, no hay más que hacer, es imposible que el olmo de peras. Este Ayuntamiento pasara a la historia por ser el más insensible ante el drama que sufrimos los trabajadores de TUSSAM, llegando a crear un conflicto de la envergadura que lo hicieron enchufando a los amarillos, pasándose el convenio colectivo por los forros, luego manteniéndolo en el tiempo con una cosa o con otra, incumpliendo acuerdos, obligaciones y los derechos de los trabajadores, provocando día sí y día también, finalmente utilizando el déficit de TUSSAM para justificar la escabechina que pretenden hacer con los trabajadores. Nada es más cierto que a esta empresa se le ha tratado siempre como la hermana fea del cuento, refugio de políticos y sindicalistas fracasados, zona de descanso de ejecutivos inútiles pero amigos o pelotas de los que en algún momento han tenido o tienen poder. Esta pléyade jamás ha tenido que demostrar nada ante nadie, jamás ha tenido que pasar ninguna prueba de acceso, todos los excesos que cometen son bien visto y justificados, ni el más ligero empeño de esbozar algo que de vitalidad a la decadencia que arrastra y potencia las políticas de empresa que se practican en TUSSAM. Nada. Los esfuerzos y transigencias que hemos hecho los trabajadores y los que estamos dispuestos a hacer a pesar de ser tratados a puntapié, a pesar de haber sufrido desilusiones, engaños de uno y otro lado, sometidos y explotados, a pesar de todo eso seguimos apostando por la empresa pública porque sabemos quiénes son los responsables, sabemos quiénes son los caudillos de los escarnios y de la catástrofe y por ello tenemos que evitar a toda costa que les sean concedidos honores y méritos por llevar a cabo estas políticas del desastre.
Esto se ha convertido en una cuestión de dignidad y valor a lo que no debemos renunciar nunca, hemos de ser fuerte y no dejarnos dominar, hay que ser capaz de cumplir los compromisos a diferencia de ellos y contrarrestar las tendencias destructivas opresoras y de sometimiento.
Salud y Lucha.

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