Represión, prepotencia, provocación, imposición, son algunos de entre tantos otros, los estados anímicos que sufre el vicepresidente del consejo de administración y su correligionario el cacique del gerente, se intuye por su manera de actuar que no debieron tener una niñez feliz, tampoco su adolescencia y de mayores continúan aferrados a determinadas actitudes o situaciones (pasadas, presentes o futuras), son por las que les surgen y mantienen los trastornos psicológicos y la desdicha. Son estos apegos o "fijaciones" los que, chocando con la realidad, les producen innecesarias y dolorosas perturbaciones que les amargan la vida y por ello quieren amargársela a los demás. El nombrar a estos dos tipos como responsables de la empresa ha sido el colmo de la habilidad política, seguro que no hay por ahí otros personajes más vanidosos, lenguaraces y embusteros y se han juntado el hambre con las ganas de comer, en ese “totun revolotum” han cogido a los trabajadores de tussam como rehenes para descargar todas sus iras y mala leche, están obsesionados en hacer vivir a los demás en el más absoluto desconcierto y humillación, solo conocen el rencor del ordeno y mando y es a lo que dedican (utilizando su mismo lenguaje) sus “sagradas vidas”, estoy convencido de que la “sagrada orden” se lo agradecerá, pero nadie es eterno, ellos, esta gente de tan baja moral afortunadamente son mas efímeros que el resto de los mortales, el problema es ¿Quién o como se va a resarcir el daño que están haciendo?.
A quien quiere engañar este tipo, vicepresidente de Tussam, pertrechado por su inseparable gerente, haciendo de nuevo declaraciones en la “prensa amiga” de lo mal que va la empresa económicamente, de la inviabilidad en que se encuentra por la deuda acumulada, haciendo a los trabajadores responsables de esta situación, si, a esos mismos que acusa de chantaje en toda regla por ejercer el derecho de huelga para evitar el enchufe de los amarillos, a los que hace causantes de que por mantener el conflicto hemos perjudicado los intereses económicos de la empresa, a los autores de la disminución de la calidad del servicio, podía seguir pero la lista se haría interminable, como interminable es la falta de principios, de valores, de respeto, de este individuo a todo y con todos. Miente y manipula más que habla, no ha habido un cargo público de los que ha ocupado que la cuenta de resultados difieran de lo que está ocurriendo y estamos sufriendo en Tussam, ahí están las hemerotecas para demostrarlo, la trayectoria política de este personaje pasara a sustituir en la historia a la de Atila, el rey de los hunos que se le recuerda como el paradigma de la crueldad y la rapiña. Pero que el árbol no nos impida ver el bosque, detrás de este “usuario de la línea 23” hay un equipo de personajes tan siniestros y responsables como él en todo lo acontecido y en lo que te rondare morena, gente de la misma calaña, dirigentes políticos y directivos mezquinos, subnormales intelectuales, cínicos sin escrúpulos apoyados por ciertos sindicatos absolutamente entregados a la estrategia de cuanto peor mejor. Ese entreguismo desmedido que hacen algunos sindicatos no quedara impune. Ese claudicadísimo absolutamente falto de valores democráticos y de izquierdas, continúo y sin condiciones de estos sindicatos a una dirección de la empresa sin capacidad demostrada tanto para la negociación como para la gestión, no se entiende ni se justifica de ninguna de las maneras. El ninguneo al que han tenido sometido tantos años a los trabajadores de esta empresa es lo que buscan y lo único que saben hacer, con ello, unos y otros insultan la inteligencia de la mayoría de los trabajadores. El hecho de que ellos no tengan dignidad y que sean cobardes, que se comporten como buitres, que no distingan entre lo legal y lo justo y que se comporten como los dictadores, suplantando la voluntad del pueblo significa que se merecen el mayor de los desprecios por fascistas y reaccionarios.
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