Los ciudadanos elegimos a través del voto a instituciones que son meros títeres de los “mercados”. Estos son los verdaderos gobernadores de los países con sus políticas económicas arrolladoras y especulativas, someten a los ciudadanos a sufrir los envites de este sistema irracional mientras que los gobiernos no hacen nada para evitarlo. Con ello se consigue acrecentar la percepción de los ciudadanos sobre el pírrico papel de la democracia porque en tiempos de crisis siempre son los contribuyentes, las clases menos pudientes los que pagan los platos rotos, mientras la otra clase, la del gran poder económico no solo resultan ilesos, si no que se permiten ser arrogantes en sus exigencias como ocurrió en la pasada reunión de la Moncloa entre Zapatero y los empresario, donde alguno de ellos reclamaron “firmeza para acometer las reformas que están sobre la mesa” y el presidente la garantizó. Mientras tanto, ¿qué es lo que están dispuesto a dar estos tiburones de las finanzas y la especulación?, me temo que nada, lo suyo es exigir y acabar con el “estado del bienestar”, llevarnos a cualquiera de los siglos pasados, aunque ya, en algunas cuestiones hemos retrocedido a los mismo niveles de mediados del siglo XX.
Si los que gobiernan no son capaces de defender a los más humildes, si se comportan como lacayos del capitalismo incumpliendo los compromisos adquiridos con los electores, acaban como en Cataluña donde las elecciones dan como resultado un parlamento tan de derechas que parece que quien ha ganado las elecciones ha sido el PP. Estos resultados son un claro aviso a los navegantes del PSOE y el resto de partidos de izquierdas que por mucho que quieran negar y decir que los resultados no son extrapolables, que la culpa ha sido el tripartito etc, han de tener muy claro que con las políticas antisociales que vienen haciendo están tendiendo la alfombra neoliberal por la que caminarán los neocons.
En la sociedad de la posmodernidad, del fraude, del delito o cualquier otra forma de agresión, lo que realmente me preocupa y espanta de este panorama es la pasividad absoluta de la población, no se oye nada mas allá de algunas voces que dejan su queja, su protesta pero que son una minoría, ¿Dónde está el Pueblo? ¿A que nos estamos dedicando? Va a ser cierto que el no ver una alternativa clara y real a esta situación hace que la gente se resigne al espanto que supone la vuelta a la selva, donde el fuerte destruye al débil, donde de nada sirve los sufrimientos y los sacrificios de generaciones enteras para hacer valer que la civilización se creó para proteger a los ciudadanos. ¿Cómo hemos podido caer tan bajo?
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