Que democracia es esa que el órgano llamado Comité Ejecutivo tiene más poder que la asamblea de afiliados, como podrán explicar no ya solo a sus afiliados, también al resto de trabajadores la desautorización de que ha sido objeto el Secretario General de CCOO de los acuerdos a los que ha llegado con el resto de Sindicatos. En democracia cuando un secretario general no cuenta con el apoyo mayoritario de los afiliados de su organización, este por dignidad y convencimiento democrático tiene que dimitir, o cuanto menos someterse a una moción de confianza en una asamblea de afiliados, todo lo que no sea esto significa que existen otros intereses que nada tienen que ver con los de legitima y seria representación y defensa de los afiliados y trabajadores en general. El efecto y el daño producido es cuanto menos preocupante dadas la fechas en que estamos, próximos como todos sabemos a una nueva negociación de convenio colectivo, que como todos los convenios se avecina duro, pero que en este caso quizás lo sea más por la situación económica por la que atraviesa la empresa, por lo que se hace más necesario que nunca la unidad de los sindicatos para salir airosos en dicha negociación.
No quedan claros los motivos o las razones por las cuales desautorizan al secretario general de CCOO y estas por importantes que fueren, nunca tendrían el grado de comprensión de los trabajadores en general , el preacuerdo al que se ha llegado esta basado en la metodología de funcionamiento del comité de empresa, no hay mas, nadie tiene que renunciar a su independencia ni a su ideología, la capacidad de proponer, de debatir y la capacidad de negociación vienen dadas por la libertad de cada una de las organizaciones que componen el comité de empresa. Ahora bien, si lo que se buscaba era ambigüedad y subterfugios por los cuales colar alguna estrategia diseñada para ocupar el poder absoluto en el comité de empresa, y al no verse reflejado en el preacuerdo dicha posibilidad, al no verse colmadas sus maquiavélicas aspiraciones, si estas eran las verdaderas razones de las prisas por llegar a acuerdos, solo cabe la interpretación ante la negativa de seguir adelante con el acuerdo que solo buscaban poder y engaño. Las luchas intestinas en las organizaciones sindicales no es algo nuevo, pero no por viejo deja de ser menos despreciable, es una de las asignaturas pendientes, incluso me atrevo a decir la más importante, deberíamos haber aprendido hace mucho tiempo que las organizaciones, cualquiera de ellas, no están ahí para el uso y el abuso personal de algunos a costa de los intereses de los trabajadores.
Es muy grave que desde la firma del convenio 2009 no haya habido una sola reunión entre sindicatos y empresa para abordar los temas que quedaron pendiente en la negociación de dicho convenio, todos importantes por la repercusión que tiene en las condiciones de trabajo, dicho convenio ha quedado como una mera revisión salarial, siendo de nuevo los trabajadores los que más aportan al funcionamiento del servicio sin recibir nada a cambio, ni siquiera hemos sido merecedores los conductores de recibir la prima de calidad, nadie con responsabilidad ha hecho nada para corregir esta injusticia. Así vienen siendo las cosas en esto y otras tantas cuestiones que no se abordan por la dejadez o la cobardía de la representación de los trabajadores, mientras tanto, la empresa con ese director gerente provocador, derechista rancio, cometiendo todo tipo de tropelías y abusos que ha llevado a la empresa a una situación de la cuál va a costar salir y ni siquiera se ha pedido la dimisión del “menda”, con esta representación no se pueden sentir los trabajadores tranquilos, como se puede confiar en quienes ni siquiera expresan una opinión, desde cuando no se convoca una asamblea general de trabajadores para debatir y decidir sobre los temas que nos preocupan y aquellos otros que sufrimos todos los días . Hay quien piensa que la representación que tenemos es fiel reflejo de los representados, no es del todo cierto, me consta que hay gente que queriendo participar, aportar, contribuir a la tarea de intentar mejorar en lo cultural, económico, social y laboral, los “dirigentes” no lo permiten, les ponen infinidad de trabas y excusas para aburrirlos y aislarlos, el resultado se traduce en reducir y mermar el debate y las posibilidades de las organizaciones de estar preparadas para dar respuestas serias y coherentes y contar con el apoyo necesario en cada momento ante los ataques y abusos permanentes de la patronal. Con esto solo se consigue que estos sindicatos se conviertan en un grupo reducido de trabajadores desorganizados y sin representación real, así es muy difícil por no decir imposible hacer frente a los retos, a las licitas aspiraciones de los trabajadores de mejorar las condiciones de trabajo. Debemos buscar y apoyar formulas que garanticen los derechos de los trabajadores por encima de los intereses particulares de unos pocos, aislar definitivamente a quienes están al servicio de unos intereses nada claros, que solo crean perjuicios a la gran mayoría de trabajadores y trabajadoras.
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